
¿Es verdad que la llegada de una onda de radiación en octubre de 2025 afectará la periodicidad e intensidad de huracanes, tormentas, sequías e incendios, obligando a buscar refugio? No, esto no es verdad. Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), solo se han registrado erupciones solares moderadas en octubre de 2025 y se espera que la actividad continúe entre baja y moderada. Las tormentas geomagnéticas generadas por erupciones solares no tienen un efecto directo en la periodicidad e intensidad de los fenómenos meteorológicos, sino que pueden afectar los sistemas de monitoreo y alerta de estos, incluida la red eléctrica.
La afirmación apareció en Tiktok (archivada aquí) el 21 de octubre de 2025. Y dice en pantalla:
ALERTA EN LA PROXIMAS HORAS
TIENEN QUE BUSCAR REFUGIO
Se veía así al momento de escribir esta nota:
(Fuente: Captura de pantalla de TikTok tomada por Lead Stories).
El video no incluye enlaces a sitios web oficiales, declaraciones ni entrevistas que respalden las afirmaciones y narra que:
Tienen que buscar refugio en los lugares que voy a mencionar. Prepárense porque no queda mucho tiempo. Es grave. En los próximos días van a aparecer esas nubes, esas luces, va a aparecer un halo en el cielo, el sol se va a tornar de un color raro y cuando usted vea eso quiero que sepa que es el comienzo de la llegada de muchísima energía a la atmósfera. Eso va a recorrer todo el planeta, lo va a hacer en forma de una onda de energía, radiación de onda corta, radiación infrarroja y todo esto es necesario que la gente entienda cómo se va a manifestar, porque la consecuencia va a ser la llegada, la aparición de más y más huracanes, tormentas, caída de granizo, va a llegar mucho calor, el clima va a variar muy rápido, van a aparecer muchos relámpagos. Después llegan inundaciones, después, sequía, incendios forestales.
Según el pronóstico de 27 días del Centro de Predicción del Clima Espacial de NOAA (archivado aquí), se registraron erupciones solares moderadas de clase M, de tamaño mediano que pueden causar y causaron apagones de radio el 19 y 20 de octubre de 2025, otras moderadas se presentaron el 20 y 21 de octubre de 2025, así como una erupción solar de clase C el 22 de octubre con una eyección de masa coronal asociada. Las erupciones de clase C suelen no tener efecto en la Tierra. Este mismo pronóstico indica que la actividad para lo que resta de octubre de 2025 se mantendrá de baja a moderada.
No existe evidencia que indique que una onda de energía espacial afecte directamente la periodicidad y/o la intensidad de fenómenos meteorológicos como los huracanes. Los huracanes y las tormentas tropicales son fenómenos meteorológicos que ocurren en la atmósfera inferior y se alimentan principalmente del calor de las aguas oceánicas cálidas (archivado aquí). Los fenómenos meteorológicos espaciales, impulsados principalmente por el Sol, afectan la atmósfera superior y el campo magnético de la Tierra y esta energía se desvía en su mayoría por el campo magnético terrestre (archivado aquí).
Sin embargo, de acuerdo con Alexa Halford, investigadora de física espacial en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, hay tres formas en que el tiempo espacial y las erupciones en la superficie solar pueden afectar a la Tierra (archivado aquí), (traducción por Lead Stories):
- Tormenta de apagón de radio: Este tipo de tormenta, generada por energía electromagnética (luz, principalmente en longitudes de onda invisibles para el ojo humano), es más probable tras una erupción solar. La luz tarda solo ocho minutos en llegar a la Tierra desde el Sol, por lo que los efectos de este tipo de evento son casi inmediatos. La energía electromagnética liberada en las erupciones solares altera la atmósfera superior de la Tierra (la región por donde viajan las señales de comunicación) y puede provocar apagones. Un riesgo de un apagón de radio es que las radios se utilizan con frecuencia para comunicaciones de emergencia, por ejemplo, para orientar a las personas en medio de un terremoto o un huracán. Imaginemos que una tormenta solar coincide con un desastre natural, cuando las comunicaciones por radio son esenciales para la seguridad de las personas. Esto ocurrió durante el huracán Irma en septiembre de 2017. Si se notifica rápidamente a los operadores, afirma Halford, pueden ajustar las frecuencias de radio y así evitar un corte de energía.
- Tormenta de radiación solar: Una tormenta de radiación solar emite un mar de partículas muy pequeñas y de alta velocidad. A su velocidad acelerada, estas partículas transportan una gran cantidad de energía y pueden penetrar la magnetosfera, poniendo en peligro a los astronautas y a las naves espaciales en órbita terrestre. Para evitar el impacto de la radiación, se pueden apagar los sistemas sensibles de los satélites y se puede indicar a los astronautas que construyan refugios o que se trasladen a secciones mejor protegidas de su nave espacial. Halford lo compara con esconderse en un sótano durante un tornado.
- Tormenta geomagnética: Entre uno y tres días después de una erupción solar, nubes gigantes de plasma (CME) pueden alcanzar la órbita terrestre, comprimiendo la magnetosfera. La afluencia de partículas cargadas y de campos electromagnéticos que ondulan a través de la magnetosfera terrestre puede inducir corrientes en muchos sistemas eléctricos importantes en la superficie terrestre, incluidas las redes eléctricas. En 1989 y 2003 se registraron grandes apagones provocados por tormentas geomagnéticas. Halford afirma que en muchos países, incluido Estados Unidos, existen medidas de seguridad para reducir la probabilidad de que esto vuelva a ocurrir.
En octubre de 2016, el presidente Barack Obama emitió la Orden Ejecutiva (OE) 13744, "Coordinación de esfuerzos para preparar a la nación ante eventos meteorológicos espaciales" (archivada aquí). Que dirigió a FEMA y al Departamento de Seguridad Nacional a emitir su Concepto operativo federal de mayo de 2019, que señala que los eventos climáticos espaciales, como erupciones solares y perturbaciones geomagnéticas, ocurren con regularidad y pueden afectar la infraestructura crítica en la Tierra, incluyendo GPS, satélites, comunicaciones, aviación y electricidad (archivado aquí). El documento no menciona efectos en los eventos meteorológicos.
Según la Asociación Internacional de Servicios de Bomberos y Rescate, aunque es importante entender los riesgos de incendios causados por tormentas geomagnéticas tras erupciones solares y cómo podrían afectar la red eléctrica, estos eventos no son la causa directa; aunque pueden inducir incendios indirectamente; no son históricamente comunes (traducción por Lead Stories):
La conexión entre las tormentas geomagnéticas y los incendios radica en su capacidad para inducir corrientes eléctricas en materiales conductores, como líneas eléctricas, tuberías y otras infraestructuras. Durante tormentas geomagnéticas intensas, estas corrientes inducidas pueden atravesar las líneas eléctricas, los transformadores y otros equipos eléctricos, provocando sobrecalentamiento, arcos eléctricos y, en última instancia, la ignición.
Y aclaran más adelante:
En los últimos años, científicos y legisladores han intensificado sus esfuerzos para comprender y mitigar los riesgos que representan las tormentas geomagnéticas. Los sistemas mejorados de monitoreo y alerta temprana proporcionan alertas clave a los operadores de servicios públicos y al personal de emergencias, permitiéndoles tomar medidas proactivas para proteger infraestructuras críticas y mitigar posibles daños.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés) ha desmentido otras creencias acerca de la posible correlación entre las tormentas geomagnéticas y los terremotos (archivado aquí) (traducción por Lead Stories):
Las erupciones solares y las tormentas magnéticas pertenecen a un conjunto de fenómenos colectivamente conocido como "clima espacial". Los sistemas tecnológicos y las actividades de la civilización moderna pueden verse afectados por las condiciones cambiantes del clima espacial. Sin embargo, nunca se ha demostrado la existencia de una relación causal entre el clima espacial y los terremotos. De hecho, a lo largo del ciclo variable de 11 años del Sol, la ocurrencia de erupciones solares y tormentas magnéticas aumenta y disminuye, pero los terremotos ocurren sin dicha variabilidad. Dado que los terremotos se originan en el interior de la Tierra, ocurrirían incluso si las erupciones solares y las tormentas magnéticas dejaran de ocurrir.